top of page
Buscar

Los dientes eran del piano

  • Foto del escritor: Marco Avila Rodriguez
    Marco Avila Rodriguez
  • 20 nov 2018
  • 9 Min. de lectura

Texto que aborda temas del libro "Los dientes eran del piano" de Hugo Hiriart:

La estética de la flor

Dentro del ejercicio visual de observar y reflexionar, una situación muy específica se nos presenta sin que nos demos cuenta y que muchas veces funciona de manera inconsciente, el cual es la contemplación. Esta contemplación se da a partir –en la mayoría de los casos- por un estímulo muy específico y concreto, el cual, es la belleza.

Nosotros quedamos pasmados por la belleza de cierto objeto, persona, situación o acción, inclusive espacio. Pero al referirnos “belleza” no la mencionamos como concepto meramente estético, sino, puede ser llevado a un nivel más semántico o simbólico. La identificación con conceptos de proporción, armonía, relación, coherencia y medida nos propicia placer al verlo manifestado y sentido a través de los órganos que tenemos ya sea en la inmensidad de emociones en la música de Beethoven (1770-1827); o en la divina proporción de las estructuras hechas por Brunelleschi (1377-1446); o en la exactitud de los movimientos de las coreografías de Anna Pavlova (18881-1931); desde el ritmo en las películas de Tarkovsky (1939-1986), pasando por el manejo de la labia en las novelas de Miguel Ángel Asturias (1889-1974), hasta en la perfección de los cuadros de Da Vinci (1449-1519), que lejos de embocar una empatía emocional excesiva, nos genera una admiración inconmensurable.

De las miles de formas en las que se puede dar un objeto, o manifestar un concepto, nosotros damos conciencia con la exactitud con la que se presenta. Miles de formas, colores y demás, están a la disposición de tanto el humano como la naturaleza para aparecer y existir, pero es la misma singularidad que se distingue en el todo de los objetos, lo que genera esa admiración que nos pasma y nos regocija sin más, que después, nosotros somos libres de reflexionar, recordar o seguir admirando desde la memoria.

En las familias de los objetos (como puede ser una flor muy en específico dentro de la familia de las flores, o un cuerpo dentro de la variedad de figuras humanas existentes, o en cierto tipo de piedras preciosas dentro de la categoría de minerales) son aquellos que por su relación y proporción nos genera goce. Ya no es solo el objeto en sí mismo que nos puede brindar la emoción, sino, trasciende hasta la relación con las características del objeto con las características de la manifestación en sí lo que despierta en cada uno, una mayor profundidad.

La manera en la que la textura, el color, la forma, los elementos, etc., aparecen muy a su modo y ser, es indispensable para poder hablar de la distinción en la que se valen los objetos. La universalidad en cómo aparecen y representan los objetos hace una mirada inmutable, inamovible y por lo tanto estática, lo que desembocaría en la monotonía y finalmente en el aburrimiento de las cosas. Es por ello que conociendo las estructuras intrínsecas de los objetos o conceptos en sí, es como el artista puede hacerse valer de ellas para darle la singularidad al momento de la creación y despertar en el espectador la admiración si es que la busca. Como lo hizo Beethoven en sus tardes estudiando a Mozart para finalmente romper con la tradición y darnos algo único, como lo hizo Picasso con la forma, como lo haría también Almodóvar (1949-…) en sus personajes noveleros.

Estética del paisaje

“Contemplando desde la ventana la fantasía de luz y color del resplandeciente mundo en que me desenvuelvo, totalmente desprovisto de ternura y de quietud, yo siento un repentino anhelo de paz, de comprensión.” "Los pájaros y otras historias" (1963).

Es así como Daphne du Maurier (1907-1989) manifiesta la importancia para la vista y la imaginación, el tener un espacio donde se sientan libres y puedan explorar el mundo, donde puedan explorar lo que realmente sientan. Y es por la ventana donde ese espacio metafísico se nos hace presentes, es por ello que por medio de la ventana la exploración ya no solo es propio del mundo de afuera, sino, de adentro.

Es por ello que para la arquitectura es tan importante su presencia, y ha ido ganando más fuerza con el paso del tiempo. Desde las construcciones herméticas de los tiempos bizantinos, pasando por la majestuosidad gótica en las iglesias con sus vitrales coloridos y casi reveladores, hasta la transparencia casi total de los edificios contemporáneos. Es por les da paz y descanso a la vista, donde posarse a reflexionar, admirar o inclusive adquirir información.

De no ser así, el teatro no recurriría a la escenografía, como en Julio César llevado de la mano por el grupo Ícaro (2017), donde la arquitectura, que a pesar de su hermetismo, las pancartas y la misma situación servían como ventanas temporales y espaciales al público que creaba un sentido de mimesis más real que en una cámara normal.

Ver un paisaje es un acto de identidad, tanto por el que ve la escena y da conciencia de que es alguien que observa, como de la identidad lo que se ve, ya sea delimitando a través de una mirada en planos de saber diferenciar entre el objeto de paisaje como tal, el marco que lo engloba, como la fragmentación del objeto en escenas autosuficientes. Como lo haría Botticelli (1445-1510) con sus pinturas, en las que fragmentar la escena completa con todos sus personajes, en pequeñas escenas con personajes muy en específico, representaban una escena autónoma. O El Bosco , quien dentro de sus extensas imágenes en el tríptico del Jardín de las Delicias, los personajes llevan una vida y acción autosuficiente que conforma una acción más grande, y es así como se construye un paisaje complejo y con infinitas imágenes.

También hay lugar para decir que en el trabajo del paisajista, se encuentra la obligación de encontrar el equilibrio entre el caos y el orden de los elementos, luz, escena, etc., dentro de la imagen. Diferencia que se da entre un fotógrafo que busca englobar auténticamente ese juego natural de formas y sentidos del paisaje, a un pintor que por medio de su mano no satura el paisaje de elementos, buscando quizá ese descanso y admiración del lugar. O como lo hiciera Caspar David Friederich (1774-1840) con su pintura romántica quien por medio de la ambigüedad de sus paisajes nos confronta con nuestra existencia poco relevante ante la fuerza de la naturaleza, es su monumentalidad y espacio que impone el orden real de las cosas. O como lo hiciera Emmanuel Lubezki (1964-…) quién por medio de su fotografía nos propone el sentimiento sublime con El renacido (2015) de Iñarritú; o la identidad de no solo el paisaje en sí, sino del autor-espectador o el espectador-dios que nos muestra la naturaleza humana en The Thin Red Line (1998) de Terrence Malik; o hasta el cómo las cosas se sitúan ante nosotros para darle forma al otro, al personaje y el lugar, que termina de dar forma a la historia y la naturaleza inamovible de The Tree of Life (2011), igual de Terrence Malik.

Belleza fisionómica. Indagación sobre imaginación y apreciación estética.

El concepto que en la contemporaneidad se ha ido rompiendo, pegando e interpretando de acuerdo a la subjetividad del espectador y ya no solo del autor, es la belleza. Y de este dilema es donde queda demostrada los principios de la misma belleza, casi como una antítesis a sí misma.

Si bien es importante el hecho de que la belleza está relacionada con los cánones, modos de ver, sentir e inclusive al bagaje de conocimientos que una sociedad conoce, es también importante reconocer que hoy en día la identificación de la belleza se ha ido consolidando de acuerdo a ciertas constantes en toda las culturas, en especial, la griega que gracias a sus autores, se ha profundizado a un nivel mayor y un conocimiento más consiente, ha surgido, que muchas otras culturas, era obviado o simplemente desapercibido.

Se identifica a una belleza corpórea, propia del humano –aplicable a otras formas también- directamente con la proporción y su armonía. Y no es sino la armonía de la naturaleza, ya fuese Brunelleschi o Marco Vitruvius (Año 15 antes de cristo) o Da Vinci con su hombre de Vitrubio donde dejarían claras y explicitas las relaciones del cuerpo de acuerdo a sus proporciones, con la reciprocidad en la manera en que se relacionan los objetos de la naturaleza. Una mano tiene la misma relación de tamaño que la del tallo de una flor con sus pétalos. Es en ello donde recae la identificación de la belleza en el cuerpo.

El tamaño como principal vehículo de la identificación, engloba muchos más conceptos como lo es la edad, la situación, la moral, etc. Y es en la edad donde el tiempo hace constancia de su importancia: tanto en el sujeto u objeto que contiene la idea de belleza, como en el concepto de belleza que engloba los objetos a través de las diferentes eras. En ambos casos la durabilidad, el poco desgaste y la conservación se presentan como bello: en una señora de edad avanzada que aparenta ser más joven, en una reliquia que se ha conservado con el tiempo, en un principio que perdura siglos. El estado aquí toma importancia. Por ello la idea del ser inmortal nos parece tan seductora, por ello la imagen del vampiro joven que nunca muere perdura décadas, por ello la idea del dios nos genera admiración.

Ya propiamente el cuerpo en relación al tamaño y el estado, engloba conceptos muy concretos que nos permiten identificar y generar emoción. Como lo es la delicadeza en el pequeño cuerpo de una niña, o el terror en el famélico cuerpo de un cadáver putrefacto. Pero por ello se han de tomar un precepto u ejemplo de ello como único punto de referencia para juzgar y ver otras manifestaciones, como el juzgar el cuerpo de un anciano a comparación del cuerpo de un chico de dieciséis años, la belleza que hay en ambos cuerpos pertenecen a diferentes preceptos que si bien pude dialogar entre ellos, ninguna significa más que otra.

Otro factor importante es la exactitud, que puede relacionarse perfectamente con la del tamaño, un rostro que es bello tiene cierta exactitud en su tamaño de acuerdo a las proporciones de los demás factores del rostro, como los ojos o la boca. Es por ello que las operaciones plásticas (lejos del estatus psicológico de la persona) nos parecen artificiales, porque es muy complicado que esa exactitud pueda ser generada nuevamente por la mano del cirujano. Una persona que no es considerada socialmente bella (normalmente atribuida a la forma) puede ser perfecta en sí misma de acuerdo a la exactitud de los tamaños en proporción de los demás elementos.

La belleza del cuerpo nos hace sentir debido a la distancia de los elementos, y es esta distancia la que despierta en nosotros cierta empatía e identificación. Es la distancia perfecta donde la belleza del cuerpo nos sigue pareciendo tan espectacular, ya que es su perfección y regularidad la que aterriza en nosotros como colectivo. El cuerpo nos habla u significa muchas cosas con una primera mirada, como lo es la edad, la situación socio-económica, psicológica, moral, etc.

Es en la identificación de todo esto donde recae el reconocimiento y la imaginación hace su aparición. Porque son los diferentes y variados significados que estimulan la imaginación y nos permite conocer a alguien de manera muy práctica. Claro aunque a veces injusta y errónea, pero coherente.

Así es como operan los personajes en su mayoría, dentro del cine, la tele, la literatura, etc. Está en los personajes de The Dreamer de Bernardo Bertolucci que es esa sensualidad del cuerpo nos genera empatía, porque se nos presentan a través de tamaños, formas, símbolos, el juego de las regularidad y la imaginación, distancias. Es por ello que Luca Guadagnino en sus personajes, su cuerpo es principal vía de comunicación entre lo que quiere decir el autor y lo que el espectador siente y entiende, como ejemplo está Elliot en "

Call me by your name" (2017), quien por medio de su cuerpo delgado, joven, sensual (en el sentido más griego e italiano), voluptuoso, y sencillo, que el público se ve reflejado y se remonta a cuando en la adolescencia se enamoran por vez primera, para después se desilusionado y tener el primero dolor metafísico importante, el amoroso.

¿Cuándo una experiencia estética es estética?

Si bien la estética se ha ido construyendo popularmente de acuerdo a lo placentero y bello, la verdad es que no, y tampoco se le atribuye únicamente a la fealdad ni a una clasificación o estudio estético único.

Se puede manifestar de muchas maneras diferentes bajo diferentes emociones o preceptos, así como la experiencia estética en las cascadas del Niágara donde es lo sublime quien nos brinda ello, o en los relatos mitológicos donde las bestias compuestas de mil formas de animales nace lo grotesco y aparece después la experiencia.

A diferencia de las experiencias cotidianas, la estética se fundamente sobre dos pilares importantes, que es tanto la tradición por la cual se forma y a singularidad de la misma tradición, ya sea rompiéndola, poniéndola en crisis o enalteciendo algún elemento dentro de la misma tradición por encima de los demás. Recae entre otras cosas en también la percepción del mismo espectador a ello.

Por ejemplo, los cuadros gigantes pintados por Mark Rothko donde su principal objetivo era la inmersión total del espectador en el color, el esa cualidad de la pintura misma donde por medio de los lienzos enormes la gente obtenía la experiencia estética. O en la escena emblemática de Interstellar (2012) de Christopher Nollan donde gracias a tanto la fotografía, la música, las actuaciones y demás, la experiencia estética de los sublime se ve plasmada con la ola gigante apunto de azotar la nave en medio de la paz del mar, claro, tomando en cuenta que interviene la experiencia cinematográfica de la sala en la apreciación.

¿Se puede explicar la belleza?

De manera muy práctica y sencilla la respuesta puede ser que no, y que menos debería profanarse. No se puede decir qué es con seguridad casi científica, pero sí se puede decir y explicar cómo funciona.

Como los artistas, que se sirven muchas veces de esos modos de operar, manifestar, etc., es que hacen llegar su mensaje con mayor satisfacción que ignorando meramente la cuestión de explicar la belleza. Es una herramienta muy efectiva por si se quiere enaltecer o negar e inclusive jugar con ella.

Ciertamente es incierta la respuesta, pero es más práctica saber de qué modo funciona para hacer uso de ella en la mente creadora y el hacer artístico, ya no meramente manual al que normalmente es asociado.

 
 
 

תגובות


  • Icono social Tumblr
  • Spotify - Círculo Negro
  • Negro del icono de marea
  • Black Facebook Icon
  • Black Instagram Icon
  • YouTube

© 2023 by The Art of Create. Proudly created with Wix.com

bottom of page